En una gran ciudad de México, un hombre cae debilitado al interior de un transporte público, rodeado de muchas personas que le prestan auxilio. Poco a poco, la ciudad empieza a llenarse de cadáveres que presentaron los mismos síntomas, al parecer provenientes de una infección pulmonar. Sin embargo, dos médicos de un hospital llegan a una terrible conclusión: la temible peste, la misma que en el pasado diezmó grandes poblaciones en tiempos de la antigua Roma, ha llegado a la ciudad y apenas ha empezado a extenderse. Los intentos por evitar la propagación son obstaculizados por el poder político represor que se ha apoderado hasta de los medios de comunicación, con tal de mantener el control del pais. Mientras tanto, el mal avanza firmemente, cobrando cada día más victimas.
Aprovechando esta tanda de historias plagadas de mortandad virulenta, encontramos en la t.v. hace ya una semana la emisión de esta casi desconocida pelicula del cine mexicano. "El año de la peste" fue dirigida por Felipe Cazals, a partir de un guión escrito por Gabriel Garcia Márquez, Juan Arturo Brennan y José Agustín. El célebre autor colombiano toma como fuente de inspiración la novela corta del escritor Daniel Defoe titulada "Diario del año de la peste", historia que no he leído, valgan verdades, pero según las reseñas en la red nos cuenta en forma minuciosa los hechos ocurridos en Londres durante el azote de la peste durante los años 1664 y 1666. Precisamente, eso es lo que ocurre en este film. A modo de diario o testimonio de estos días, el film nos narra en forma cronológica los hechos que se desencadenan una vez que la plaga hace su primera aparición en la gran ciudad, para lo cual el director utiliza pequeños textos que aparecen en pantalla como si fuesen mecanografiados por un redactor invisible. Hasta se escucha el traqueteo de la máquina de escribir.
La web de IMdb señala que Felipe Cazals es un director de origen francés. Sin embargo, el libro "Buñuel y sus discípulos" de Augusto M. Torres (gracias Google Books) nos dice que nació en Guipuzcoa, España, y que siendo aún niño su familia se instaló en México, donde vivió hasta empezar sus estudios de cine, para lo cual viajó a Paris, Francia. Una vez concluidos estos, regresó a América y empezó su carrera cinematográfica, de la cual se destacan según dicha fuente los filmes "Emiliano Zapata" (1970) y "El jardín de Tía Isabel (1971), entre otros títulos. El film que ahora comentamos se considera un trabajo menor, sin embargo, particularmente le encuentro mucho interés, como detallaremos a continuación.
Durante los años 70`s el cine de ciencia ficción hecho en USA había adquirido un tono muy reflexivo, con peliculas como "Cuando el destino nos alcance", "Población cero" o "La naranja mecánica". Estos relatos de anticipación mostraban una mirada muy critica con respecto al mundo en que vivimos al poner sobre el tapete temas como la sobrepoblación, la creciente violencia, o la corrupción dentro del sistema. Y lo hacían en forma eficaz, con su claro mensaje en medio de un espectáculo cinematográfico de mucho valor. Siguiendo esta tendencia, el cine mexicano de aquellos días, cuya producción aún se mantenía en forma considerable desde su llamada edad de oro, incursiona dentro del tema fantástico, el cual nunca le ha sido ajeno de acuerdo a sus posibilidades, pero pareciera que en esta ocasión lo hace contagiado de ese mismo espiritu crítico, y lo aplica a su contexto. El resultado es un film discreto en sus resultados, pero meritorio en su esfuerzo y en la fuerza de su mensaje.
La propuesta de ciencia ficción convierte a la ciudad de México en el escenario del azote de este enemigo mortal de la humanidad como es la peste. Sus propios protagonistas recuerdan en un momento la representación hecha de ella en tiempos antiguos como una aterradora parca. Ante esta situación, quedan al descubierto más de una carencia que se mantiene en la ciudad sin que las autoridades hayan hecho algo al respecto, como son los problemas de sobrepoblación, pobreza extrema y el nivel de contaminación. Cuando estos asuntos estallan en el rostro de los responsables su reacción inmediata es la tapadera: de este modo, el ataque al virus se convierte en un supuesto programa de fumigación. Las escenas nos muestran a las tropas sin rostro, vestidos con trajes anti-bacteriológicos y equipados con armas quimicas que cubren toda posible zona de infección, sean lugares o incluso a las propias personas. Estas breves escenas recuerdan a más de una pelicula de epidemias, como por ejemplo "The crazies" de George A. Romero, pues son representadas eficazmente en el film. Sin embargo, podría decirse que hasta aqui llega la ciencia ficción del relato, lo cual es una pena porque considero que estos momentos están entre lo mejor del film.
"El año de la peste" es una pelicula que aprende la lección del cine fantástico de denuncia, pero el director Cazals decide recorrer en mayor medida el camino del drama, y lo hace sin artificios, sin efectismo, sin recurrir siquiera al suspenso, pues se desarrolla bajo un ritmo pausado en el cual nos narra las relaciones entre un grupo de personas y su conflicto con el poder político y los medios de comunicación, comprometidos estos últimos en ocultar una situación critica a los ojos de la opinión pública (como bien señala uno de los personajes del film, aquello del cuarto poder no funciona cuando los otros tres poderes se ponen de acuerdo en su contra). Reiteramos que la cinta se convierte en su mayor parte en un drama, por lo que su etiqueta de ciencia ficción puede llevar a confusión. El elemento fantástico es sólo el telón de fondo para desarrollar la denuncia de una situación compleja que afecta a toda una sociedad.
Se muestran las historias paralelas de ambos médicos, el doctor Sierra y el doctor Martinez, quienes enfrentan de distinta manera la situación caotica. Uno de ellos busca resguardar a su familia y luego tiene una relación furtiva con su enfermera, y el otro decide tomar acción enfrentando a las autoridades y participando en las actividades urbanas. El guión del filme resulta interesante pues nos muestra la desilusión y la decepción de estos dos hombres, quienes verán que lo correcto no resulta conveniente debido a que el interés político y el afán por el poder están por encima del bien común. Esto es algo que enfrentan de distintas maneras.
En este sentido, la pelicula funciona como un discreto drama que deja en claro toda su carga denunciante de su interesante guión, asunto que es realizado correctamente y con buenas actuaciones de sus principales protagonistas, pero el conjunto del filme no alcanza un mayor nivel por su tono apagado y pesimista en buena parte de su metraje al ocuparse de subtramas que poco aportan al conjunto, como el affair del médico, la relación de la enfermera y su padre, entre otras, y que finalmente entrega una resolución explicada en pocas palabras, haciendo que el relato se resuelva apresuradamente, sin mayor vuelta de tuerca. La crítica es la principal motivación del film, y una vez puesta en el tapete en reiteradas ocasiones los demás asuntos pierden relevancia.
Visualmente, la pelicula alcanza sus mejores momentos cuando da paso a las escenas caóticas de las calles, con la actividad de las tropas sin rostro, y en aquellas escenas finales del estado apocalíptico de la ciudad en medio de la noche, regada de cadáveres victimas de la plaga ante la mirada horrorizada del doctor Martinez y compañía. Las actuaciones de Alejandro Parodi, actor de larga trayectoria cinematográfica y José Carlos Ruiz, un destacado profesional del cine y la televisión (se le ha visto en gran cantidad de telenovelas) sin duda están entre lo mejor del film. Entre las actrices tenemos a Rebeca Silva y Daniela Romo, ambas artistas del cine y la t.v., siendo tambien esta última una reconocida cantante de la música popular de gran éxito en los años 80 y 90´s, aunque en esta oportunidad su participación resulta bastante reducida.
"El año de la peste" es sin duda un filme interesante por su argumento y su valiente contenido critico, que incluye algunos momentos destacados para el cine de ciencia ficción hecho en Latinoamérica. Lamentablemente, estos momentos son pocos, y su desarrollo narrativo predominante no alcanza un mayor nivel a pesar de las buenas actuaciones de sus protagonistas debido al tono apagado y discreto impuesto por su director y al desarrollo de subtramas de poco interés. A pesar de ello, estamos ante un filme a reinvindicar como un curioso exponente dentro del cine de temática virulenta, en su más amplio sentido.
Lástima que no tengo fotogramas.