Titulo original : Thriller : en grym film (Suecia)
Otros titulos : They call her One eye (USA)
Madeleine (Frigga en el doblaje al inglés) es una jovencita que vive con el trauma de haber sido violada siendo niña por un anciano pervertido. Desde entonces, ella perdió el habla, y hoy vive protegida por sus parientes en una modesta casa dedicada a las labores del campo. Lamentablemente, su vida recae en la desgracia cuando encuentra en su camino a Tony, un proxeneta inescrupuloso el cual la engaña fácilmente para secuestrarla y convertirla en una prostituta adicta a la heroína. Violada, con un ojo menos al ser extraído por su secuestrador, y sometida a sesiones brutales de sexo por distintos sujetos, Madeleine decide llevar a cabo un plan para liberarse y asesinar a quienes destruyeron su vida. La frágil y humilde muchacha se ha convertido en un ser oscuro, un perfecto ángel vengador.
El director sueco Bo Arne Vibenius inició sus labores en el medio cinematográfico como ayudante del cineasta Ingmar Bergman, compatriota suyo y considerado el más importante representante de su cinematografía nacional . Se acredita como asistente del director en el film "Persona" y como director de unidad en "La hora del lobo". Del mismo modo, Vibenius apoyó a otros directores y realizó labores de producción, hasta que a fines de los 60´s realizó su primer largometraje titulado "Hur Marie träffade Fredrik"(¿), que el imdb cataloga como una "fantasia familiar". Ya en plena década de los 70´s, el realizador se desliga completamente de la temática de aquel primer trabajo y se emrumba por caminos mucho más tortuosos. Pese a ello, la figura de Bergman parece estar presente cuando se recuerda que el célebre cineasta es el autor de "El manantial de la doncella", obra inspiradora para el cine setentero del "rape and revenge"; y Bo Arne Vibenius cumple con un aporte importante en este tipo de historias, como diciéndonos que no podía hacer menos.
Suecia y los Paises Bajos se han ganado la fama de ser paraisos de liberalidad. Durante los años 60`s e inicios de los 70`s la industria cinematográfica de esta parte de Europa vivió un singular periodo que involucró una revolución sexual en cuanto a historias y apuestas visuales, donde los distintos temas de índole sexual fueron abordados sin ataduras y con total libertad gracias al apoyo de sus gobiernos, al establecer el sistema de censura y clasificación para las exhibiciones comerciales. Y en especial, la imágen del cine para adultos hecho en Suecia practicamente se ha vuelto imperecedera. Desde el sof-porn hasta el sexo más explicito fueron recurrentes por aquellos años, impulsando al cine erótico y pornográfico hacia su consolidación como producto de consumo popular, siendo este su aporte más significativo para el resto del mundo, en cuanto a este género. Ya en plenos setentas el mayor éxito estaría reservado para el cine hecho en Italia y Norteamerica. Pero eso es otra historia.
En 1974, la apreciable Christina Lindberg era ya una figura consagrada dentro del circuito de peliculas eróticas hechas en Suecia, las cuales contaban historias urbanas con un destacado contenido sexual aunque sin llegar al porno duro. Distintos titulos habían mostrado su belleza espléndida haciendo de esto el principal gancho para las audiencias. Ahi están en el recuerdo peliculas de interés como "Exponerad"
http://www.imdb.com/title/tt0067076/, "Maid en Sweden"
http://www.imdb.com/title/tt0064624/ o "Anita, the shocking account of a young nymphomaniac"
http://www.imdb.com/title/tt0069718/ , donde la recién veinteañera se desnudaba con total desenfado y coqueteria para la cámara. Convertida en un objeto de culto, la actriz llegó a formar parte de una inusual producción japonesa titulada "Sexo y furia", donde su encantadora presencia da vida a una agente secreto en el Japón de inicios del siglo XX, en medio de una intriga de venganza. De acuerdo a la ficha de imdb, Lindberg acumula 17 titulos durante los años 1970-1974, buena muestra de la popularidad que había alcanzado. Con estos antecedentes, el papel de Madeleine en "Thriller, a cruel picture" luce perfectamente adecuado para ésta actriz. Tras el éxito, la Lindberg se retiro de estos menesteres en busca de papeles más dramáticos; intentó estudiar teatro pero no lo consiguió, continuando su camino como modelo para revistas. Posteriormente se dedicó al periodismo, hasta su matrimonio con el dueño de una revista especializada en aviación, la más importante de Suecia, de la cual se volvió propietaria y editora en jefe.
Esta pelicula nos narra una explosiva historia de venganza, contando con un elenco de actores desconocidos, encabezados por la sensual Christina. Esto es cine de explotación al tope; sin embargo, la inspiración esta presente en la mente del director, y por ello la experiencia cinéfila que deja este film se vuelve impresionante tanto por el relato, cuyos elementos llevan la expresión de la venganza hacia una forma radical, como por la violencia traducida en imágenes cautivantes, y que sin duda han contribuido a las posteriores fantasias de otros realizadores. Si, ya sabemos, otros como Quentin Tarantino, los hermanos Wachowski, John Woo, y todo aquel que se sienta atraído por la combinación del cuero negro y las escopetas.
Indagando al respecto, descubrimos que esta historia escrita por el propio director tiene un interesante antecedente en la producción japonesa de los hermanos Shaw (los mismos de "Kung-fu contra los siete vampiros de oro"
http://www.imdb.com/title/tt0070297/ y "El grandioso hombre de Pekin"
http://www.imdb.com/title/tt0076164/), correspondiente al año 1972, titulada "Confesiones intimas de una cortesana china"
http://www.imdb.com/title/tt0068744/, que cuenta la historia de una jovencita secuestrada y convertida en cortesana a las órdenes de una malvada madame y perfecta asesina; la protagonista finge resignarse a su cruel destino, pues secretamente conjura lo que será su venganza de aquellos que la han deshonrado. En términos generales, las similitudes con el argumento de "Thriller, a cruel picture" son notables, cambiando escenarios y, sobretodo, la espada por las armas de fuego. Ya tocará ver este antecedente.
Notable de principio a fin, donde los espacios cerrados son habitaciones oscuras y apenas iluminadas, de camas desordenadas y sábanas sucias, donde el cuerpo de Madeleine sufre la embestida animal de ruines sujetos de rostros anónimos, asi como la violencia de otra mujer jóven como ella, pero enfermiza y perversa. Quien fuera una silenciosa niña, deja su cuerpo a merced de los otros; pero en la soledad, la desdicha da paso al odio y lleva a cabo en forma metódica los pasos necesarios para cumplir su venganza. Resulta propicia la imágen que caracteriza a este personaje: oscura, bien armada y casi ciega como la justicia en su balanza. El film tambien expone espacios abiertos, donde el bosque y las carreteras son lugares de paso, primero hacia la oscuridad del burdel, y luego hacia la determinante lucha contra sus opresores. La última media hora esta compuesta por secuencias que muestran a la jóven liándose a tiros cual western de Sergio Leone, de pistoleros silenciosos y de horizonte incierto, pero letales con sus enemigos.
Sólo el cine podía cumplir con la fantasia de corte feminista que convierte a una frágil mujer en un ser invulnerable y a prueba de balas; capaz de enfrentar a los hombres en su terreno, el de la superioridad física, y derrotarlos en combates dignos de ser vistos cuadro por cuadro. Asi lo entiende el director cuando recurre a la cámara lenta, en este caso re-lenta, y nos muestra la caída del macho pervertido frente a la furia liberadora de la jóven; no importa, en última instancia, si para ello el guión se toma más de una licencia con el fin de conducir los hechos en la forma más conveniente para su protagonista. A ello hay que sumar unos villanos que resultan bastante ingenuos en los momentos de crisis. Lo importante es el efecto logrado: Madeleine reinvindica el cuerpo femenino, visto inicialmente como objeto sexual y que luego es recuperado como instrumento para limpiar su honra: su cuerpo es disciplinado por las artes marciales, y hasta su único ojo es bien entrenado para la ejecución. En este aspecto, Christina Lindberg cumple con su papel, dando dignidad a su personaje tan sólo gracias al registro de su inexpresivo y bello rostro.
Sin ocultar la modestia de recursos vista en la realización del filme, Bo Arne Vibenius realiza uno de los mejores productos del cine de explotación, de violencia intensa y que se permite algunos momentos de sexo explicito, esto último sin involucrar a sus actores pues son escenas insertadas en medio de la desnudez del encuentro corporal, donde ahí si Christina Lindberg cumple como siempre. Una historia de dureza y frialdad donde no hay lugar para sentimiento noble alguno, si recordamos situaciones como la que ocurre con los padres desconsolados o con la vecina de habitación, otra muchacha tan desafortunada como Madeleine, o peor aún. Tal siembra de odio sólo puede dejar una cosa en el camino: una figura oscura que contempla un paisaje árido y desolado, tanto como su propia alma.