Saturday, March 10, 2012

Erase una chica con un gran tatuaje...


"La chica del dragón tatuado" es el titulo de este film dirigido por el norteamericano David Fincher. Lo que debemos suponer de ello es que la chica en cuestión es la protagonista principal de esta historia de intriga criminal y corrupción. Sin embargo, el hilo conductor se hace preponderante en la figura del periodista Mikael Blomkist, interpretado convincentemente por el actor Daniel Craig. Ocurre que la actriz Rooney Mara (protagonista de la nueva versión de "Pesadilla en Elm Street") simula bien ser una jóven de aspecto sombrio, taciturna e introvertida, que se ve envuelta en la investigación de una serie de desapariciones que involucra a una de las más poderosas familias de la fria Suecia.

No obstante, por mucho que su aspecto se aproxime a la descripción literaria hecha por el escritor Stieg Larsson en la novela que da origen a este largometraje, la fragilidad y la tristeza que se desprende del personaje que vemos en pantalla es predominante, y no corresponde a aquella solitaria, inaccesible pero al mismo tiempo dura y audaz Lisbeth Salander que conocemos de su versión escrita, y que en nuestra opinión representó en mejor forma la actriz Noomi Rapace, incluso en su forma física menuda y pequeña pero de mirada penetrante y llena de energía, cuya actitud le falta sobradamente a su versión americana. (incluso, esa nominación al Oscar me resulta exagerada, pero, en fin). Más introspectiva y menos anti-sistema como resultado de esta versión fílmica, Salander incluso pierde diálogos interesantes ante un mayor despliegue físico apreciado en la pantalla, que parece pretender suplantar la falta de fidelidad a un personaje más novelesco, heroico y romántico de lo que podría pensarse en este mundo de hackers, corrupción política y empresarial del más alto nivel y privacidad reducida casi al mínimo.

De otro lado, noto que un aspecto importante tratado en la novela queda afectado, y es lo referido a la lucha del periodismo independiente llevado a cabo por profesionales íntegros: ese pequeño grupo de personas que componen la revista "Millenium" cuyo único compromiso es con ellos mismos , por profesionalismo y tambien por amistad o por lazos más afectivos, pero siempre en aras de la verdad. Este aspecto cede terreno a la trama detectivesca, y no me refiero al metraje, el cual podría resultar equiparable al número de páginas, sino a la relevancia que Larsson se encarga de dejar bien claro, mientras que el guión cinematográfico lo reduce a la pugna judicial pendiente, que originalmente lleva a Blomkvist hacia una temporada tras las rejas, lo cual aquí se omite.

Por lo demás, el trabajo del director Fincher es tan correcto que no se puede agregar mayores peros, pues el cambio realizado a la resolución del misterio no resulta sustancial, asi que el único peligro es el de convertirse en una didáctica exposición de un relato que puede resultar muy conocido, sea por lectura o por su antecedente fílmico. Felices quienes tienen aqui un primer acercamiento a un mundo que alberga a dos personajes que en poco tiempo se han vuelto entrañables, los cuales, y en esto estoy completamente seguro, ofrecen mayor deleite en la lectura de sus páginas. ¿Veremos completa la trilogía en versión hollywoodense? probablemente, pero, por favor, que a ese dragón le afilen más las garras: lo va a necesitar en su segunda parte.

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